Carta abierta a González-Sinde
5 Noviembre, 2009
Ministra, Ángeles González Sinde. Vaya por delante que al nombrarla de esta manera, se me marchitan un poco la fe en el gobierno del Estado, el carné del partido socialista, e incluso el de la SGAE (núm. 82727 si es de interés de alguien – si bien nunca he visto un céntimo de tal asociación). Usted no debería ser Ministra de un gobierno de izquierdas, y tenga por seguro que si lo es no es por méritos propios, si no más bien por el pago a escote que la cúpula – que no las bases – de mi partido realiza a la Sociedad de Autores y Editores. Conste que con todo, en su día no me sumé al linchamiento a su figura que tuvo lugar en la Red al considerar que tal vez el ocupar un cargo de tal relevancia le inspirara a realizar su tarea con acierto. Los últimos seis meses han demostrado que estaba sumamente equivocado.
Dicho esto, y como músico de formación, no tengo más remedio que evidenciar la estupidez (desde el respeto) que ha expresado al decir que “Mozart vivía en la miseria por no tener derechos de autor“. Permítame decirle lo que siempre me decía a mí mi padre, y seguramente el suyo a usted. Cuando no sepa de algo, lo mejor es callarse. Como me figuro que su formación como filóloga clásica con máster en estudios cinematográficos no incluía temas como Historia de la Música, un servidor, que pasó 14 años encerrado en escuelas de música varias, le invita a leer como mínimo una biografía de Mozart, o a ver Amadeus, en su defecto (y así de paso aprender algo más de una película que se llevó 8 Oscars).
Le recomiendo además un repaso a cuantos libros de historia del derecho encuentre, haciendo especial énfasis en el derecho de autor, y verá que es un concepto moderno (de finales del siglo XVIII) y además surgido en democracia (Reino Unido, Estados Unidos, Francia post-revolucionaria). Tal derecho no es aplicable en el Imperio Austro-Húngaro, del que Mozart fue súbdito. Y sea como fuere, la propiedad de las obras fue propiedad siempre de quien las encargaba, y dado que la mayor parte de músicos vivían a sueldo de palacios y aristócratas y componían mayormente por encargo, dudo que hubieran acumulado derecho de autor alguno. Aún así otros músicos, como Haydn y Salieri, vivían con holgura y tranquilidad en la misma Viena.
Permítame recordarle, además, que la vida de Mozart era la de una estrella del Rock de los setenta o los ochenta: “Sex, drugs, and rock ‘n’ roll”, sustituyendo el rock por las orquestas simfónicas y los estadios por teatros. Fíjese, seguramente sea la protoestrella del rock que ha llegado a viejo más famosa – a la par que Kurt Cobain. Me figuro que en un mundo sin marketing, sin discos ni DVDs que vender a precios de escándalo, cuotas de radio, o subvenciones a proyectos sin futuro (o penicilina!), el ir constantemente del burdel a la taberna y de vuelta en el burdel debía de tener un coste bastante elevado.
Sólo una cosa más. Usted no debería ser ministra, sobre todo porque siéndolo tiene la facultad de otorgarse subvenciones a sí misma, y eso se llama conflicto de intereses, como bien apuntó la Asociación de Internautas hace unos meses. Pero es que además no le queremos. Ni los internautas, ni muchos socialistas, y no hablemos ya de muchos otros sectores.
Señora González-Sinde: le di seis meses de “confianza política” con esperanzas poco fundadas, pero esperanzas al fin y al cabo, pero su actuación de esta mañana demuestra que, con tan poco saber de una de las expresiones culturales más antiguas de la humanidad, así como de su historia, no está capacitada para estar al frente de un Ministerio que en todo caso debiera conformar una Secretaría de Estado bajo el de Educación (a mi parecer) . Pero no pierda la fe; siempre podrá seguir haciendo películas de calidad más que discutible con dinero público.
jueves, 5 de noviembre de 2009
Carta abierta a González-Sinde
Bueno hoy con mucho permiso, quiero poneros un texto integro de Joan Mansito, que ha publicado en su blog
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